jueves, 23 de febrero de 2012

LA "ORA" DE PAGAR EN ALMERIA

.-El Ayuntamiento de Almería ha decidido tomar cartas en el asunto sobre el "caos circulatorio" que se desata en la ciudad desde hace "décadas", diría yo; se le ha ocurrido la "brillante" idea de no solo paliar esta lacra automovilística en la zona centro, sino ampliarla a zonas no tan céntricas con un único paso: subir los impuestos a los maltrechos bolsillos de los almerienses y foráneos que pretendan aparcar, y además para parecernos más al "Camarote" de los hermanos Marx, obligarnos a cambiar cada "2 horas" la ubicación de nuestro vehículo, sí sí, como diría Rajoy; según ellos para aligerar las calles.
.-Hay muchas maneras para lograr fluidez en el centro, y seguro que muchas ideas válidas en la mente de muchos, pero la idea que nos viene al vuelo es que lo único que tratan es de recaudar, recaudar y recaudar; y de paso volcar a los parkings a aquellos indecisos, ilusos y desesperados conductores que estén hasta el gorro de tener que salir de sus trabajos para cambiar de lugar sus vehículos, en fín, demencial.
.-Sugeriría, por ejemplo, abaratar los costes de las plazas de garaje de los parkings ( €/hora ) en las zonas "calientes", incluso reservando a vecinos, zonas internas al efecto; de esta manera descongestionarías las calles si es lo que verdaderamente se pretende; y animaría verdaderamente a aparcar en ellos; yo al menos prefiero ganar un poco más a costa de muchos, que ganar poco a costa de pocos.
.-Las intenciones del consistorio, reitero, son recaudatorias y punto; se olvidan que los establecimientos de "ALCENTRO" y limítrofes, con el tiempo pueden ver afectadas seriamente sus recaudaciones, con tanto engorro de aparcar y desaparcar para los usuarios, y no es cuestión baladí.
.-Las zonas peatonales no están del todo mal, pero han recrudecido la ya maltrecha configuración del tráfico, y me temo que entre bolardos y esquinas poco afortunadas y estrecheces de algunas calles, el día menos pensado, un incendio o algún siniestro indeseado nos va a decir a todos lo mal que diseñamos la vía pública y sus accesos, al tiempo.
.-Siempre nos gusta escuchar ideas, propongámoslas, sin miedo a risas o reproches, al menos las propondremos, estar callados no ayuda; bueno, sí, a las arcas municipales.